La migraña es un dolor muy intenso y pulsátil en la cabeza que suele estar acompañado de náuseas, vómitos y sensibilidad a la luz o al ruido. Por lo general, comienzan en la niñez y la adolescencia, pero eso no quiere decir que los adultos estén exentos de padecerlo.
Los episodios de migraña pueden durar horas o días, depende de la intensidad. En algunos casos llega a ser tan fuerte, que incapacita a las personas de hacer sus tareas diarias, como ir a trabajar, ya que necesitan estar aislados completamente de la luz y el ruido.
Una buena forma de identificarla es poniendo atención a las señales que hay antes de que la misma sea una realidad. Normalmente, el padecimiento comienza con algunos síntomas llamados aura, que son pequeñas alertas antes del dolor de cabeza o al comienzo de éste, como luces destellantes o “ver estrellitas”, y sentir un hormigueo en distintas partes del cuerpo que como la cara, brazos o piernas.
Las cuatro etapas de la migraña
Pródromo
Aparecen cambios en el cuerpo como estreñimiento, cambios de humor, antojos, rigidez en el cuello, sed y bostezos frecuentes.
Aura
Son síntomas del sistema nervioso que ocurren momentos antes del episodio de migraña o al inicio. No todas las personas pasan por esta etapa, pero los que sí lo hacen perciben molestias visuales (luces destellantes o pérdida de la visión), táctiles (pinchazos), verbales (dificultad para hablar) o motoras (movimientos espasmódicos que no puede controlar).
Crisis
Es el dolor en sí, que puede durar entre 4 y 72 horas si el mismo no se trata. En esta etapa, el dolor es más intenso y puede ser en uno o ambos lados de la cabeza. Se siente como si la cabeza palpitara o algo la taladrara, hay sensibilidad a la luz, náuseas, vómitos, visión borrosa, vértigo y hasta desmayo.
Pósdromo
Es la etapa final después de la crisis, donde puede haber cansancio y agotamiento, o en casos contrarios, euforia. Otros síntomas son confusión, mal humor, mareos, sensibilidad a la luz y llega a durar hasta 24 horas.
Es importante atender las señales que el cuerpo manda para poder prevenir crisis muy intensas, pues aunque no todas las personas pasan por las 4 etapas en cada episodio migrañoso, sí se puede actuar a tiempo y disminuir el dolor considerablemente.
Los medicamentos pueden ayudar, así como llevar un estilo de vida saludable y realizar medidas de autoayuda, pero si la frecuencia cambia o el patrón de los dolores, hay que consultarlo con el médico.
Fuentes: 1) Mayo Clinic, Migraña, Mayo Foundation for Medical Education and Research, 2018, EUA. 2) Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Diagnóstico y tratamiento de cefalea tensional y migraña. Primer y segundo nivel de atención, Guías de Práctica Clínica (GPC), 2016, México.