En climas fríos, la piel puede sufrir desde resequedad hasta congelamiento, especialmente, en las partes del cuerpo que están más expuestas al medio ambiente como los dedos de las manos y pies, la nariz, oídos y mejillas.
Cuando la afección por estar expuestos a temperaturas bajas es leve, ya sea por la piel seca o por entumecimiento, puedes recuperarte con medidas muy sencillas, pero si llegas a sufrir congelamiento puede haber daño en nervios, tejidos y músculos, así como infección, por lo que será necesario contar con atención médica oportuna.
Tips para cuidar la piel del frío
- Utiliza ropa adecuada y en varias capas que aíslen el frío. Utiliza ropa interior que mantenga la piel fresca, si llegas a sudar cambia tu ropa en cuanto puedas. Usa gorro y guantes que protejan tus orejas y manos.
- Mantente hidratado. Bebe abundantes líquidos, en especial, agua natural.
- Ingiere una alimentación balanceada. Comer bien antes de exponerte al frío, además de proporcionarte los nutrientes necesarios para mantenerte saludable, te ayudará a mantenerte en calor.
- Evita los cambios bruscos de temperatura. Limita la cantidad de tiempo que estarás expuesto al viento y a las temperaturas bajas. Trata de no permanecer durante mucho tiempo en ambientes abiertos, ya que el congelamiento puede ocurrir en menos de 30 minutos en temperaturas bajo cero.
- Báñate con agua tibia y no más de una vez al día, los baños con agua muy caliente y frecuentes, aumentan la deshidratación de la piel.
- Hidrata la piel con cremas para evitar la resequedad y agrietamiento. Aplica frecuentemente, según lo necesites o al menos, por la mañana y por la noche.
- Evita fumar y tomar alcohol, ya que generan radicales libres afectan a la piel, así como, ingerir bebidas alcohólicas hacen que tu cuerpo pierda calor más rápidamente.
- Haz ejercicio para activar la circulación y mantenerte en calor.
- Observa los cambios en tu piel para detectar signos de resequedad, lesiones, y/o congelación.
Consulta al médico si has sufrido congelamiento, tienes heridas graves en tu piel que no sanan con el paso del tiempo y cuando el dolor sea muy fuerte.