Frío y diabetes es una combinación de riesgo también para la piel, ya que puede hacer que se reseque y sea vulnerable a agrietamiento, lesiones e infecciones. El viento, ambientes secos y estar expuestos a sistemas de calefacción en la temporada de bajas temperaturas son factores que también contribuyen la sequedad de la piel.
El frío aumenta los niveles de glucosa
Las bajas temperaturas provocan aumento de los niveles de glucosa, sucede que, cuando hace frío, el cuerpo requiere producir más cantidad de glucosa para elevar su temperatura.
Sin embargo, sin un adecuado control de la diabetes sus estragos pueden comenzar a notarse también en la piel, ya que se puede presentar picazón, resequedad, agrietamiento, pérdida de sensibilidad, entre otros signos.
Manos y pies más fríos en personas con diabetes
Las extremidades de personas que tienen diabetes suelen sentirse frías debido al daño que provoca este padecimiento en los nervios. En invierno, tienden a enfriarse aún más, por la forma en que el organismo reacciona al frío, esto es, debido a la vasoconstricción.
Este proceso consiste en la reacción del sistema cardiovascular del organismo al frío, que hace que los vasos que transportan la sangre a la piel se cierren para evitar la pérdida de calor.
Al estar expuestos a bajas temperaturas también se puede presentar hormigueo y entumecimiento en la piel. Es muy importante que si con el frío, notas que alguna parte de tu piel cambia de color a púrpura, debes acudir de inmediato al médico y no esperar a que se vea de color negro.
Tips para cuidar tu piel en invierno si tienes diabetes
Si tienes diabetes debes cuidar muy bien tu piel también cuando hace frío. Aquí tienes algunos consejos:
- Aplica crema humectante, especialmente formulada para la piel de las personas con diabetes.
- Evita bañarte con agua muy caliente, porque reseca la piel.
- Mantén una hidratación adecuada, ingiriendo abundantes líquidos.
- No fumes, pues el tabaco y el humo del tabaco dañan la piel, además que altera la adecuada circulación de la sangre a los pies.
- Usa ropa de fibras naturales como el algodón.
- Abriga muy bien tus manos y pies para ayudarlos a conservar el calor. Cámbiate de calzado de inmediato si se mojan.
Recuerda que para evitar mayores complicaciones es primordial mantener un adecuado control de tus niveles de glucosa en sangre mediante tu tratamiento médico y llevando un estilo de vida saludable que incluya una dieta balanceada, rica en fibra y baja en carbohidratos, abundantes líquidos y actividad física. ¡Cuídate!