Es común pensar que la gripa y la influenza son enfermedades diferentes, con síntomas parecidos, pero una más grave que la otra. No es así, de hecho, son formas distintas de llamar a la infección por el virus de la influenza.
Entonces, ¿es lo mismo? Cuando se trata de gripa estacional o influenza de tipo A sí. Pues hay algunas variaciones del virus que provocan otros síntomas.
Existe el virus tipo A, B C y D, así como los subtipos H1N1 y H3N2. Y cada uno de ellos puede dividirse en diferentes cepas. Los síntomas son muy parecidos, pero pueden variar en intensidad, los más comunes en cada invierno son el A y el B.
Los síntomas de la influenza o gripa estacional ocurren de pronto, a diferencia de un resfriado común, y son:
- Fiebre por arriba de los 38°C.
- Dolor muscular en todo el cuerpo.
- Escalofríos.
- Dolor de cabeza.
- Tos.
- Fatiga y debilidad.
- Congestión nasal.
- Dolor de garganta.
El virus es muy contagioso, pues se propaga debido a que cuando alguien se enferma de gripa, al hablar, toser o estornudar, expulsa pequeñas gotas contaminadas por el virus de gripe que pueden pasar rápidamente a una persona en contacto con las mismas.
Asimismo estas gotitas pueden caer sobre objetos y superficies y contaminarlas. De esta forma, en las temporadas donde el virus está más activo, es importante tomar medidas de precaución, especialmente de higiene, comer bien para aumentar las defensas del cuerpo, evitar los lugares muy concurridos y cerrados y procurar cubrir la boca y la nariz al toser o estornudar.
La influenza no suele ser grave, sin embargo, los síntomas pueden llegar a hacerte sentir muy mal. La duración de la gripa es de 1 a 2 semanas aproximadamente, por lo que tomar un medicamento antiviral te ayudará a disminuir el malestar y la duración.
Si los síntomas son aún más fuertes o duran más tiempo a pesar de estar tomando antivirales, consulta a tu médico.